viernes, 13 de marzo de 2009

Soledad


...cuando vino a buscarme


Y la soledad hoy ha salido a jugar tras la vieja pared de la cuadra siguiente. Ha salido junto a sus viejos recuerdos que arrastran nostalgias y nada más.

Y la soledad hoy no ha querido pasar a darme un saludo. Hoy se ha propuesto jugar hasta caer rendida de cansancio tras los mismos arbustos que nunca crecerán. Ha dicho en voz bajita que por ahora dejará que cierre bien mi puerta y que no hará ruido al pasar. Además ha dejado escrito en la pared del frente que no tema, que no es tan mala como suelen decir.

Y los juegos de los que gusta, son extraños, como si solo ella los supiera. Claro, se los ha inventado y no quiere compartirlo con nadie más. Salta muy a menudo y se deja llevar como hoja de octubre en medio del camino agrietado de cualquier lugar.

Sus viejos recuerdos hoy están empolvados como casi siempre, pero no parece importarle. De todos modos ríe con ironía y se mofa de quienes la miran. No parece importarle ni los trapos sucios que lleva puesto.

La soledad tenue y parca, famélica y extraña, luce sus suspiros para que los pueda oír, Siento que trata de llamar mi atención y percibo su esfuerzo denodado por atraerme hasta sus brazos mendigos de palabras, de palabras, de palabras.

Me ha dicho que no hay de que preocuparse, que no seré su acompañante hoy, pero no se si sea cierto pues siento sus pasos que ya no juegan, que ya no saltan tras los arbustos, vienen tras la puerta y me da cierto temor.

Casi puedo sentir su aliento y sus sonidos al andar, puedo sentir su infinito misterio que viene a por mí. Esta soledad que gusta de juegos taciturnos y de sueños siniestros, no dejará de rondar mis latidos. Su voz bajita casi emite rugidos desesperados. Creo que romperá la puerta, creo que romperá la pared y mis mejillas. Creo que romperá mis manos y cada parte de mi refugio.

La soledad cansada de ser ella misma, hoy viene a mostrarme las gotas de sangre que ha podido juntar luego de sus huidas a medianoche tras cualquier despojo viviente. Pero hoy está aquí.

La soledad hoy me dijo que no vendría a por mí. Pero me ha mentido.