viernes, 23 de enero de 2009

Una noche más


Vuelta al dolor


Ayer soñé que me elevaba por encima de las dudas y las esquinas rotas. Podía ver desde lo alto, los tantos caminos que había dejado atrás. Los miles de pasos empolvados eran ya cosa del pasado. Los llantos desmedidos y los golpes insensatos no volverían jamás. Estaba tan alto que nada podía alcanzarme. Acepto que por momentos tenía miedo de volar tan alto, pero sentía que estabas junto a mí. Que tus manos eran las mías y tus ojos me conducían a nuevos aires.

He soñado esto, después de las largas batallas tormentosas que me arrastraron por las espinas dolientes a las que tanto temo. Luego de vencer –o al menos creer hacerlo- a los fantasmas del pasado escondidos en mil recuerdos, en mil espacios, en mil veces llorar y gritar con dolor, con dolores espasmódicos y siniestros.

Tras las incesantes tirrias emanadas de las profundas heridas que han acompañado mis gestos, creía haber sobrevivido al fuego vertido entre mis venas. Pude sentir la calma quieta en mis latidos y la respiración solía estar segura. Todo estaba sosegado y hasta podía ver entre la llanura, en el espesor de los albores de la vida, nuevas formas de creer y amar.

Ahora, me he despertado, casi de golpe. No era cierto. Aquello de volar fue una estúpida ilusión trepidante. Salté de la cama y corrí hacia el espejo más cercano. Mis mejillas siguen golpeadas y mis manos cortadas. Sigo temblando y las lágrimas inundan este lugar. Los demonios siguen burlándose de mí. Siguen creyendo que me tienen y que pueden desdibujar mis esperanzas. Me has dejado otra vez. Me has soltado y he caído aun más fuerte que antes. La profundidad de este pozo no tiene fin.

Las llagas siguen abiertas. Crei curarme y correr junto a ti, pero me has dejado. ¡Me has dejado! ¡Me has dejado! La sangre caliente atrofia mi razón y me empuja a herirte, pues tú lo has hecho. No fue real. He vuelto a maldecir las horas pasadas y ha mentirme para no morir, aún.

1 comentario:

Barbara dijo...

interesante, dicen por ahí que el dolor es una de las cosas nos hace sentir que estamos vivos.
saludos mortal, me gusta leer tu blog